A menudo, a la hora de cuidar nuestra salud bucodental tendemos a centrarnos exclusivamente en los dientes. Pero ¿qué ocurre con las encías? El periodonto, formado por la encía, ligamento periodontal y hueso alveolar, tiene un papel fundamental en garantizar la sujeción de las piezas dentales. Por ello resulta esencial preservarlo y adquirir unos buenos hábitos para su cuidado.
Siguiendo estos tres consejos se pueden mantener unas encías sanas:
- Es necesario cepillarse los dientes en profundidad después de cada comida. Se puede hacer con un cepillo eléctrico o con un cepillo manual, siempre que se realice con una técnica adecuada.
- Además, conviene limpiar entre los dientes utilizando hilo o cinta dental y/o cepillos interproximales.
- Y, para acabar, usar un enjuague bucal o colutorio con flúor.
Ahora bien, para el correcto cuidado de las encías estas pautas diarias resultan insuficientes. “Por muy bien que nos cepillemos los dientes, no vamos a evitar la aparición de sarro dental”, explica el doctor José María Barrachina Díez, odontólogo de la Clínica Dental Barrachina.
El sarro es la placa bacteriana que se ha calcificado y se ha endurecido sobre los dientes debido al depósito de minerales. Una de las zonas en las que tiende a acumularse más es en la cara interna de los incisivos inferiores. Una vez adherido el sarro dental, es necesaria la intervención de un profesional dental para retirarlo. Por ello, el doctor Barrachina afirma que es imprescindible visitar periódicamente al odontólogo, ya que su proliferación se da a ritmos diferentes en cada persona. “Para el paciente el beneficio de estas visitas rutinarias es doble”, explica, “porque se asegura una higiene bucal correcta y la detección precoz de posibles enfermedades bucales”.
¿Qué amenaza la salud de las encías?
Una de esas enfermedades que se puede detectar en un estadio inicial es la gingivitis. Entre la encía y el diente existe una minúscula separación llamada surco gingival. En este surco pueden acumularse restos de alimentos o de placa dental. Si no se eliminan con un correcto cepillado las encías se inflaman y sangran de forma espontánea o al contacto con el cepillo. Este estadio de la enfermedad periodontal se conoce como gingivitis.
“En caso de no atajar a tiempo esta afección, las bacterias prosiguen su camino y empiezan a afectar al hueso de soporte de los dientes”, explica el doctor de la Clínica Dental Barrachina. Este segundo estadio de la enfermedad periodontal, añade el odontólogo, es lo que se denomina periodontitis, que además de inflamación gingival y sangrado espontáneo cursa con movilidad dental, mal aliento e incluso abscesos dentales.
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